Con abrazo y todo, la cosa está mal
Mientras se raja la ciudad en sus indicadores sociales, el Concejo Distrital se concentra en ordenar que en Cartagena, todos los actos públicos y privados, civiles y militares, empresariales y sindicales, académicos o rumberos se inicien con “la oración y el abrazo fraterno”. Este intento de imponer prácticas religiosas y afectuosas a punta de normas, tiene cierto tufillo fascista, cuando la calidad de vida se deteriora, y se requiere de autoridades que estén más pendientes del más acá, que del más allá.
Claro, será muy divertido observar a sus autores día tras día, en esa religiosa y cariñosa práctica. Me gustaría ver la estrujada de Alfredo Díaz a Jorge Lequerica, o el trance espiritual de Adolfo Raad y David Dáger, con los ojos semicerrados en profundo recogimiento, y abiertos de reojo para avanzar en los acuerdos políticos y electorales, las órdenes de servicio y los nombramientos derivados de la crisis del gabinete del alcalde Curi.
Y mientras en el Cabildo cierran los ojos, Cartagena Cómo Vamos (CCV), un esfuerzo de la sociedad civil para hacer seguimiento anual a la calidad de vida de los cartageneros, invita a abrirlos para conocer el Informe sobre la calidad de vida en el año 2006 – 1º del gobierno Curi- en el cual notifica que la ciudad se rajó en casi todas las materias.
CCV, sin los rezos y abrazos obligatorios, pero con respeto y solidaridad, nos contó con indicadores que en materia educativa, aún cuando mejoramos en despolitización de la Secretaría de Educación, nos rajamos en aumento de cobertura y en aumento de la deserción. Lo que significa que las causas de la pobreza y la desigualdad siguen enraizadas en nuestras escuelas y barrios.
Hoy sabemos que más de 15.000 jóvenes abandonaron los estudios en el 2006 y que en educación, mientras Bogotá pone un peso por cada peso que aporta la Nación, Cartagena pone sólo un centavo.
Así no hay padrenuestro que nos salve de tener una ciudad insegura y una niñez expuesta a ser reclutada por el crimen y la droga.
En vivienda, de 49.000 viviendas por mejorar y 30.000 por construir, en el 2006 sólo construimos 31 y se entregaron 1.500 subsidios, de manera que aún si nadie más se casara, ni tuviera hijos, tardaríamos 35 años en resolver el déficit del estrato 1.
En ambiente sí que estamos requete mal. En medio de los picós y de las fiestas electrónicas, y con la aguda contaminación de caños, ciénagas y bahía, en la ciudad no se monitorea el ruido ni el agua. ¿Para qué entonces el EPA y CARDIQUE?
Sólo la localidad Histórica tiene algo de parques y zonas verdes. Para rematar, faltan 145 mil millones para TransCaribe –a pesar de estar comprometidas todas las vigencias futuras- y la tasa de homicidios subió en un 17% y la de atracos a las residencias en un 91%.
Afortunadamente, ganaron el año: salud, al ampliar las familias con régimen subsidiado, reducir la morbilidad y la mortalidad infantil y lograr cobertura útil de vacunación –por primera vez en la historia-; y Lucha Contra el Hambre, que muestra la entrega de raciones de comida a los estratos 1 y 2, incluyendo a estudiantes de la Universidad de Cartagena.
Esta nueva rajada nos convoca a frenar el deterioro social de Cartagena. Nos corresponde, con el apoyo de los concejales, dejando a las Iglesias su función espiritual, hacer los ajustes necesarios para espantar el infierno de las escuelas que se caen y del crimen que no cesa.
1 comentario:
Me alegro tener una mariamulata de armas tomar, de esas que pican en los ojos cuando le alborotan el nido; de aquellas que graznan y pelean por lo suyo; de aquellas que se mueren por defender lo que es justo.
manguero de corazon, y de la misma cuadra que tuvo el gusto de bailar en mas de un quinceañero con esa ave voladora. sigue valiente en tu raudo vuelo amiga cartagenera.
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